El día tres de febrero de mil novecientos noventa y cinco (ocho días antes de su muerte) el propio Amalio constituía la fundación, inscrita con el número A34-SE19, y fijaba la sede en el número siete de la plaza de Doña Elvira de Sevilla, en pleno corazón del Barrio de Santa Cruz, que venía siendo el estudio del pintor. Ver vídeo.
El objeto y finalidad de la Fundación, es el fomento, difusión y cultivo del legado pictórico y literario de Amalio, así como del estudio del arte de la Pintura y las demás Artes.
El museo acoge la mayor parte de la obra de Amalio, así como la colección que el mismo donó y es el patrimonio de la fundación “Los 365 gestos de la Giralda”. Cronológicamente, la primera Giralda la pinta en 1962 y la última justo el año anterior a su muerte. Estos gestos están compuestos por interpretaciones pictóricas que tratan de plasmar la hora, el día y la estación en que fueron elaborados. Se trata de cuadros, dibujos, grabados, morfismas, tactopinturas y esculturas.
Cuando se asciende por la escalera a cada una de las plantas del edificio, el público logra evadirse ante las vistas de la torre, y puede conocer la atmósfera desde donde el pintor realizó gran parte de la colección.
En la fachada de la casa-museo, junto a una reproducción en cerámica del cuadro nº 158 de la colección titulado “Estructura”, se puede leer la frase del propio AMALIO que dice:
Amalio le ha puesto esta casa a la Giralda para hacerla suya.
Esta inscripción está reproducida en los tres idiomas que representan las tres culturas que siempre convivieron en Andalucía: la Cristiana, la Árabe y la Hebrea.
Con esta leyenda AMALIO quería simbolizar la tolerancia que debe existir siempre entre las personas y las distintas ideologías.
El legado artístico del creador es el que le hace perenne, intemporal y le hace pasar a la historia como testigo de su tiempo, irrepetible y único.